COLFECAR ADVIERTE QUE EN CINCO DEPARTAMENTOS YA NO ES POSIBLE TRANSITAR LAS 24 HORAS POR RAZONES DE SEGURIDAD.
Transporte de carga en crisis por inseguridad, bloqueos y altos costos: Colfecar
La presidenta de Colfecar advierte que la viabilidad del sector está en riesgo en medio de una coyuntura crítica para el abastecimiento nacional.
El transporte de carga en Colombia, esencial para garantizar el abastecimiento en todo el territorio nacional, enfrenta una de sus crisis más graves en los últimos años. La inseguridad, los constantes bloqueos en las vías y el incremento sostenido de los costos operativos han puesto en jaque la sostenibilidad del sector.
Así lo advirtió Nidia Hernández, presidenta ejecutiva de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), en diálogo con Portafolio, al señalar que actualmente en cinco departamentos —Norte de Santander, Antioquia, Chocó, Cauca y Valle del Cauca— ya no es posible transitar las 24 horas del día debido a la presencia de grupos armados ilegales.
A este complejo panorama se suman los constantes bloqueos por parte de comunidades y cierres viales, así como un alza generalizada de los costos del servicio. Entre enero y agosto de 2025, Colfecar contabilizó 624 bloqueos, con pérdidas que ascienden a 1,7 billones de pesos. Los departamentos más afectados han sido Tolima, Bolívar, Atlántico, Meta y Huila, en gran parte debido al paro arrocero.
Un sector cada vez más asfixiado
El impacto de estas situaciones se agrava con el cierre de corredores estratégicos. La reciente afectación en la vía al Llano, que permaneció cerrada por nueve días, dejó pérdidas superiores a $21.000 millones, afectando a los más de 4.000 vehículos de carga que circulan a diario por esa ruta.
Por si fuera poco, las vías alternas —como la del Sisga y la de Cusiana— están en mal estado y no permiten el paso de vehículos de gran tonelaje, lo que ha generado represamientos y serias afectaciones a la cadena logística nacional.
En paralelo, el sector enfrenta fuertes presiones económicas por el aumento en los precios del combustible (+16 %), los peajes (+30 %), los salarios (+22 %) y el anticipo del impuesto de renta (+218 %), que ha dejado a muchas empresas sin liquidez.
“Mientras se incrementan los costos, no se nos brindan garantías para operar. La política de ‘paz total’ ha debilitado la presencia del Estado en varias regiones y eso nos deja a merced de la violencia”, advirtió Hernández.
Peticiones y propuestas para salvar al sector
Ante esta crisis, el gremio prepara su Congreso Anual número cincuenta, donde elevará un conjunto de propuestas clave, entre ellas:
- Prohibir nuevos bloqueos en vías nacionales.
- Revertir el aumento del anticipo del impuesto de renta.
- Invertir en el Programa Nacional de Seguridad de Carreteras.
- Reducir la hiperregulación que asfixia a las empresas del sector.
En el evento, que contará con la participación del ministro de Defensa y de varios candidatos presidenciales, se abordarán temas como seguridad vial, innovación, sostenibilidad financiera y el papel estratégico del transporte de carga en la economía nacional.
Empresas al borde del colapso
Muchos empresarios del sector se han visto obligados a acogerse a procesos de reestructuración ante la imposibilidad de sostener sus operaciones. Hernández advirtió que si no se toman medidas urgentes, la crisis podría escalar aún más.
“Estamos en riesgo real de inviabilidad. No podemos llegar a un punto en el que una sola persona tenga el poder de bloquear una vía nacional y paralizar el país”, sentenció.
Llamado al Gobierno
Colfecar también hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para que incluya al transporte de carga en el centro de la agenda pública y garantice condiciones mínimas de seguridad y estabilidad.
“El transporte es transversal a todas las actividades económicas. Si colapsa, se frena el país. Necesitamos reglas claras, seguridad en las vías y un marco regulatorio que nos permita seguir operando”, concluyó Hernández.
Fuente: Portafolio
PÉRDIDAS DEL TRANSPORTE DE CARGA SUPERAN $55.000 MILLONES POR CIERRE DE LA VÍA AL LLANO.
El cierre de la Vía al Llano completa ocho días sin una fecha estimada de reapertura y ya ha dejado pérdidas acumuladas por $55.493 millones en el sector transportador de carga. De acuerdo con Fedetranscarga, las pérdidas diarias alcanzan en promedio $6.936 millones, una cifra que aumenta con cada jornada de interrupción, debido al carácter acumulativo del impacto.La organización señaló que la afectación económica proviene de los ingresos no percibidos por la inmovilización de 3.100 vehículos diarios de carga que no han podido cumplir con sus recorridos habituales. Según el balance, el transporte de mercancías dejó de percibir $42.900 millones en ingresos directos, a lo que se suman $584 millones por horas logísticas de vehículos varados o con contratos incumplidos y $12.010 millones por lucro cesante.
Fedetranscarga indicó que la magnitud de la situación evidencia la necesidad de habilitar soluciones que permitan la reactivación total de la vía o la disposición de una ruta alterna para el tránsito de carga pesada.
Regiones con mayor afectación
Las pérdidas no se han distribuido de manera uniforme en el país. Fedetranscarga reportó que la Orinoquía es la región más afectada, debido al represamiento de mercancía que no logra llegar al altiplano cundiboyacense.
El Caribe Central también enfrenta impactos relevantes, principalmente por la reducción del transporte de crudo hacia la Refinería de Cartagena (Reficar).
Por su parte, en Buenaventura la contingencia ha repercutido en el comercio internacional, dada la ralentización en la salida e ingreso de productos desde y hacia el puerto más importante del país.
Sectores productivos impactados
Los productos con mayores dificultades para movilizarse han sido los materiales de construcción, crudo y combustibles, cerveza, abonos, maíz, aceite de palma, arroz, y carne de pollo y cerdo. La paralización parcial del comercio por carretera y la ralentización del flujo de mercancías han afectado de forma directa a estos sectores.
Fedetranscarga reiteró que “la vía al Llano es vital para la economía nacional”, por lo que insistió en que se adopten medidas reales y prontas frente a la contingencia.
La entidad concluyó que, mientras la vía continúe cerrada y sin una alternativa eficiente para la movilización de carga pesada, las pérdidas seguirán creciendo día tras día.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
COLOMBIA SE SUBE AL TREN DE LA LOGÍSTICA INTELIGENTE IMPULSADA POR INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
La última milla, motor de la experiencia del consumidor, se transforma con algoritmos que aprenden, anticipan y optimizan cada entrega.
La logística en Colombia está viviendo una transformación tan disruptiva como la que en su momento representó la llegada del ferrocarril. Esta vez, el cambio no está impulsado por rieles de acero, sino por líneas de código. La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el nuevo motor de una era donde la última milla —el tramo final de la entrega— define la fidelidad del consumidor.
Lo que hace apenas unos años parecía futurista, hoy es una realidad operativa. Algoritmos de machine learning diseñan rutas óptimas en segundos, se ajustan en tiempo real a trancones, lluvias imprevistas o cambios de demanda, y logran reducir tanto el consumo de combustible como los costos de operación.
“La IA permite que cada entrega sea mejor que la anterior, más exacta y más eficiente”, asegura Carlos Díaz Ojeda, gerente general de DispatchTrack Latinoamérica, una de las compañías que lidera esta transformación en Colombia y en la región.
Más allá de los algoritmos, la revolución también se percibe en la experiencia del usuario. Hoy, los tiempos estimados de entrega son más precisos, las notificaciones llegan en tiempo real, y las opciones de entrega se adaptan al comportamiento del consumidor. Incluso se anticipan retrasos mediante sistemas predictivos que envían alertas proactivas, dejando atrás la incertidumbre de ventanas de entrega de todo el día.
Cada entrega genera datos que alimentan sistemas inteligentes capaces de aprender y tomar decisiones automatizadas. Información sobre tráfico, clima, inventarios o desempeño de repartidores se transforma en rutas más rápidas, operaciones más sostenibles y logística más personalizada.
Colombia traza su hoja de ruta en IA
El Gobierno colombiano también ha entendido el papel estratégico de esta tecnología. A través del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se ha establecido una política pública de inteligencia artificial vigente hasta 2033, con el objetivo de asegurar una adopción ética, sostenible y masiva.
Entre las metas más ambiciosas está lograr que al menos el 50 % de las organizaciones colombianas incorporen IA en la próxima década. Esto va de la mano con el impulso al talento digital, el fortalecimiento de la infraestructura tecnológica y el apoyo a sectores clave como la logística.
Casos de éxito y visión de futuro
Compañías globales como Walmart y Coca-Cola ya confían en plataformas como LastMile, PlannerPro y QuickCommerce, desarrolladas por DispatchTrack, para monitorear entregas en tiempo real, diseñar rutas dinámicas y mejorar constantemente su operación. En América Latina, donde muchos países aún están en transición hacia modelos digitales, el impacto es aún mayor.
Según Carlos Díaz, “al finalizar 2025 veremos una consolidación de esta transformación logística en la región”, marcando una diferencia radical entre las empresas que adoptan estas herramientas y las que se resisten al cambio.
El futuro ya está en marcha: chatbots gestionando entregas, camiones autónomos recorriendo las ciudades y sistemas de inventario que se reabastecen solos son escenarios cada vez más cercanos.
El reto: adaptarse o quedarse atrás
En un entorno donde el comercio electrónico sigue creciendo y los consumidores demandan inmediatez, transparencia y flexibilidad, la última milla se convirtió en el nuevo campo de batalla competitivo.
La inteligencia artificial ya cambió las reglas del juego. Y en palabras de los expertos, quienes no se adapten a tiempo corren el riesgo de quedar rezagados en un mercado donde cada segundo y cada decisión cuentan.
Fuente: Xataka
REABRE LA VÍA AL LLANO TRAS DERRUMBE EN CHIPAQUE: ASÍ SERÁ EL PLAN GRADUAL DE MOVILIDAD.
Bogotá, 15 de septiembre de 2025 – Luego de una semana de cierre total por un derrumbe en el sector de Chipaque, Cundinamarca, la vía al Llano será reabierta este lunes 15 de septiembre bajo un plan gradual de tres fases, según confirmó la concesionaria Coviandina. Durante el cierre, se estimaron pérdidas económicas diarias cercanas a los $2.900 millones, afectando gravemente al transporte de carga y pasajeros.
El corredor vial Bogotá–Villavicencio, clave para la conexión entre el centro del país y los Llanos Orientales, estuvo bloqueado tras el deslizamiento que afectó el kilómetro 18. En ese punto se rehabilitó un tramo de 680 metros, que ahora cuenta con nueva capa asfáltica y señalización, preparado para soportar vehículos de hasta 52 toneladas.
Así será el plan de reapertura
El Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Coviandina definieron un esquema en tres fases para garantizar una reactivación ordenada y segura del tránsito:
- Fase 0: Prioridad para evacuar los vehículos represados en los sectores de Abasticos, El Uval y el Anillo Vial de Villavicencio. También se permitirá el paso de vehículos locales autorizados por las respectivas alcaldías.
- Fase 1 (uno o dos días después): Habilitación del tránsito para transporte público de pasajeros y carga pesada que se desplace desde Bogotá o Villavicencio.
- Fase 2: Se permitirá la circulación de todo tipo de vehículos, pero con tiempos de viaje máximos establecidos por sentido para evitar congestiones.
- Cabe resaltar que el paso por el tramo intervenido será restringido a vehículos con peso bruto máximo de 52 toneladas, ancho máximo de 4 metros y longitud máxima de 21 metros para cargas extradimensionadas. Además, se instalaron controles de peso en la estación del Alto de la Cruz para preservar la superficie rehabilitada.
Impacto económico del cierre
El derrumbe en Chipaque volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad estructural de la vía al Llano. De acuerdo con estimaciones de los gremios del transporte, el cierre generó pérdidas diarias de aproximadamente $2.900 millones: $2.400 millones por el transporte de carga y $500 millones en transporte de pasajeros.
Cada día sin operación significó la paralización de más de 33.000 toneladas de mercancías hacia los Llanos Orientales y la afectación de más de 11.000 pasajeros. Además, la contingencia tuvo un impacto directo en el abastecimiento de alimentos en Bogotá y la Sabana, elevando los costos logísticos para productos perecederos como plátano, yuca, maracuyá y hortalizas.
Balance y próximos pasos
Coviandina hizo un llamado a los usuarios de la vía a respetar las restricciones y a mantenerse informados a través de los canales oficiales. La reapertura gradual busca evitar nuevos bloqueos, reducir riesgos y proteger la infraestructura recién intervenida.
Seguros para vehículos de carga Con esta reactivación parcial, se espera que el flujo económico y logístico entre Bogotá y los Llanos Orientales comience a normalizarse en los próximos días.
Fuente: El Espectador